Ha realizado más de 50 películas y optado a tres Oscar. Ha interpretado a todo tipo de hombres, en todas las épocas y para toda clase de directores. Ha tenido varios nombres, muchas caras y diversas vidas, pero la existencia de Joaquin Phoenix ha quedado y quedará marcada por una pérdida. Por algo que le supera a él y que, incluso cuando probablemente opte a un Oscar en febrero de 2020, encabezará sus futuras biografías: la muerte de su hermano mayor, River Phoenix, en 1993, cuando tenía 23 años y él, 19. Pero Joaquin Phoenix está haciendo todo lo posible para ser él mismo el que genere los titulares, y guarda un as en la manga. La carta del Joker.
El papel del gran enemigo de Batman puede abrirle a Phoenix las puertas de la gloria. Su interpretación en la cinta Joker —estrenada el viernes 4 en las salas españolas— le ha regalado aplausos y ovaciones en el pasado Festival de Cine de Venecia, donde se llevó el León de Oro a la mejor película. Su imagen, a menudo asociada a un tipo oscuro, atormentado, del que apenas se conoce nada, ese que perdió más de 23 kilos para meterse en el papel y recuperó 11 después, salió reforzada de un festival donde se mostró de lo más sonriente, elegante y hollywoodiense y en el que paseó en motora junto a su novia desde hace tres años, la también actriz Rooney Mara.
Su vida está ligada a la interpretación por todas partes. Empezó en el mundillo a principios de los ochenta, cuando no había cumplido ni siquiera 10 años, en series de televisión. Pero entonces Joaquin Rafael Phoenix era Leaf, las últimas cuatro letras de su segundo nombre al revés. Una palabra que significa hoja y que casa más con los de sus hermanos, que se llaman Verano, Lluvia o Libertad.
Phoenix nació hace 44 años en Puerto Rico porque sus padres por entonces paraban allí con la secta Children of God, a la que pertenecían. Nacida a finales de los sesenta en California (y disuelta a finales de los setenta), su implicación era tal que llegaron a ser nombrados “arzobispos” de Venezuela y Trinidad. Su educación y la de sus hermanos estuvo basada en la libertad y el respeto, y de hecho es vegano desde los tres años y hoy, asegura, sigue comiendo muy sano. “Pero podría comerme una puta bolsa de patatas fritas”, ríe en el número estadounidense de noviembre de Vanity Fair, cuya portada protagoniza.
No es el único en su casa que no come carne. Sus perros, Oskar y Soda —a la que rescató de la eutanasia hace 13 años y que es alérgica a la luz solar— también son veganos. Y también lo es su novia y prometida, la actriz Rooney Mara, con quien comparte su vida y su casa en las colinas de Hollywood desde hace tres años. Se conocieron en el rodaje de Her, donde ella interpretaba a su exesposa, empezaron a salir un par de años después y ya eran pareja cuando volvieron a rodar juntos en , con ella como protagonista y él como Jesucristo.
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