Rogelio Ramírez de la O, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), señaló que el aumento de los costos de las obras emblemáticas del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha generado presión sobre las finanzas del país, sobre todo porque se tiene que concluir antes del término de su mandato. Al mismo tiempo ha habido recortes en materias como salud y educación.
En entrevista con Bloomberg News, el tercer secretario de Hacienda del gobierno de López Obrador, cuestionado acerca de los sobrecostos de obras como el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas, contestó que “obviamente hay mucha presión, que consideramos presión normal”, y añadió: “Todo lo que hagamos en 2022 y 2023 para acomodar el incremento es algo que no haremos en 2024, por lo que a mediano plazo funciona bien”.
Sin embargo, el funcionario aclaró que hay espacio para maniobrar y no elevará la relación entre la deuda y el producto interno bruto más allá de un rango de 50 a 51 por ciento en el presupuesto para 2023.
Entre lo promisorio está que hay ingresos fiscales más altos y que los costos de los subsidios a la gasolina han caído. Además, Ramírez de la O comentó que más allá de los proyectos clave, “siempre habrá oportunidades para ajustar programas que han estado ociosos o no son tan indispensables como se esperaba en administraciones anteriores”.
Apenas el mes pasado López Obrador anunció que el Tren Maya finalmente costaría entre 15 mil y 20 mil millones de dólares, después de que durante su campaña había anunciado que el gasto sería de 6 mil millones. Es decir, un sobrecosto de entre 150 y 233 por ciento más de lo que él mismo había estimado.
También se informó por esos mismos días que, debido a que no fue presupuestado el IVA de parte de las obras, la SHCP autorizó en mayo una transferencia urgente de 22 mil 500 millones de pesos para la refinería de Dos Bocas. Entonces El Universal reportó que Ramírez de la O había dicho que es un proyecto que el presidente Andrés Manuel López Obrador no va a detener “de ninguna manera”.
Asimismo, en el primer semestre de este año se informó que la SHCP hizo un recorte de 41 mil millones de pesos a áreas tan importantes como salud y educación, mientras inyectaba 16 mil 702 millones al Fondo Nacional de Fomento al Turismo, dependencia responsable de las obras del Tren Maya.
Sobre todo lo anterior también hay que mencionar que en enero pasado la SHCP le negó mil 700 millones de pesos al Instituto Nacional Electoral para la organización de la revocación de mandato, con la argucia de las políticas de austeridad y de que se habían reasignado recursos a programas sociales, salud, atención a la pandemia, vacunas y educación, y que su reducción afectaría a la población más vulnerable. Pero esto sí se puede realizar, siempre y cuando se trate de las obras preferidas de López Obrador.
Al respecto, también se debe recordar que en octubre de 2018, como presidente electo, López Obrador se pronunció contra el aumento de los costos de las obras públicas, y ejemplificó con el caso del Tren Toluca-Ciudad de México, que entonces calculó que costaría el doble. “Eso se acabó; es más, les adelanto: va a estar prohibido por ley. No va a poder aumentarse el costo de la obra de un porcentaje significativamente mayor”.
Sin embargo, ahora sus obras cuestan más del doble, se les da preferencia presupuestal y el propio secretario de Hacienda reconoce esa presión sobre las finanzas públicas pese a la política de austeridad republicana que está en vías de convertirse en “pobreza franciscana”.
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