AMLO, que durante años de campaña presumió de conocer como nadie los problemas de México, dijo que cuando llegó al poder se dio cuenta del grave problema de inseguridad que le “heredaron” y que por esto, tuvo que cambiar de opinión y decidir que elementos militares asumieran tareas de seguridad pública.
Con el auxilio de las preguntas a modo de un reportero afín a la 4T, el presidente salió al paso de las críticas que se le han hecho durante meses, recordando que como candidato criticó con dureza que Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto hayan usado al Ejército para combatir el crimen organizado.
El reportero le recordó que en campaña dijo que los soldados regresarían a los cuarteles en 6 meses en cuanto él tomara posesión.
“Sí cambié de opinión, ya viendo el problema que me heredaron”, dijo, sin aclarar la contradicción entre sus dichos de candidato y este, toda vez que en sus tres campañas electorales aseguró conocer a fondo la problemática de México, no solo en seguridad, sino en todos los temas.
“¿Qué encontró, qué de grave encontró?”, siguió el reportero.
“Cuando llegué al gobierno y vi que no había seguridad para la gente, que el pueblo de México estaba en estado de indefensión, lo que había era un combate a bandas del narcotráfico de manera selectiva”, dijo.
Agregó que no podría seguir trabajando con la extinta Policía Federal, “porque creo que sí se sabe que de la Policía Federal salieron todos los que ahora están en la cárcel, acusados o prófugos por tremendas violaciones a los derechos humanos”.
Según él, al momento no hay una institución civil que pueda con el problema de la inseguridad, y que por ese motivo, en lo que se consolida la Guardia Nacional, es necesario que los militares estén en las calles.
Lo que no precisó es que su es sexenio el más violento en la historia, lo cual, según su propia lógica, indicaría que a más presencia de los militares en las calles, más crímenes violentos hay en el país.
Señaló que la presencia de militares en las calles “es un asunto transitorio”, pero al mismo tiempo, celebró que el PRI en la Cámara de Diputados haya propuesto que se reforme la ley para que la labor del Ejército en seguridad pública se extienda hasta el 2028.
“Es un asunto transitorio. Yo ya me voy a ir en dos años, pero no quiero que vuelva lo mismo, no quiero esto”, dijo.
Insistió en que el país no se está militarizando, porque en las fuerzas armadas cada vez hay más consciencia de los derechos humanos. Como cada ocasión que surge este tema, dijo que quienes se oponen a que el Ejército trabaje en seguridad pública lo hacen porque “son muy conservadores”.
“Son muy conservadores, quieren mantener el statu quo, que no cambien las cosas o que sea una especie de gatopardismo. Choca con su mentalidad racista y retrógrada. Hablan de que vamos a militarizar el país y eso no es cierto”, dijo, sin presentar argumentos. “Que no me vengan con que están en contra del uso de la fuerza y el militarismo porque no les queda, eso es hipocresía”.
Justificó que en muchos países la Guardia Nacional depende de las Fuerzas Armadas.
“Ya lo expliqué ayer y vamos a seguir defendiendo el que la Guardia Nacional, como sucede en Francia, Italia, España, la Guardia Civil española depende de las Fuerzas Armadas y lo mismo pasa con los Carabineros en Italia, en Francia y en muchísimos países”.
Sobre la propuesta de la diputada De la Torre, dijo que está de acuerdo, pero que sería bueno que se realizara una consulta popular, para sea la gente la que decida.
“Pienso que hace bien el PRI en rectificar”, celebró, lo que se interpretó en medios y redes sociales como un acercamiento al líder nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, durante meses perseguido y atacado por su gobierno.
