El plan migratorio emergente en México –a aplicar durante los próximos 90 días– prevé al menos seis puntos de contención en la frontera sur, cuya operación estará a cargo de mandos militares, se indica en un documento oficial aprobado dentro de una reunión interinstitucional celebrada el miércoles pasado en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
El reporte –al que tuvo acceso La Jornada– fue entregado al Presidente López Obrador; en el panorama se justifica el repliegue de migrantes y se advierte que la internación masiva irregular al país proyecta eventuales escenarios no deseados en materia de seguridad y salud, tanto para las naciones expulsoras como para México y Estados Unidos.
Con la perspectiva anterior, autoridades estatales y federales partícipes en esta Reunión Interinstitucional Frontera Sur, definieron esta «política de contención humanitaria de migración masiva irregular”.
En el contexto de los acuerdos firmados el viernes pasado entre el gobierno mexicano y su contraparte estadunidense para disminuir el flujo de personas en un periodo máximo de 45 días (a cambio de no imponer aranceles a los productos mexicanos de exportación), se indica en el documento que el esquema privilegia el principio constitucional pro-persona, lo que permite contener su avance en territorio nacional, así como su atención, auxilio y repatriación, según corresponda.
La primera ruta incluirá centros de vigilancia y coordinación en Tapachula, Mapastepec y Arriaga, Chiapas, así como Ixtepec, Oaxaca, a cargo del jefe de la 36 zona militar, con sede en Tapachula.
La segunda tendrá dos puntos de contención (en Tenosique, Tabasco y Palenque, Chiapas), bajo el mando de la 38 zona militar, con base en Tenosique.
El jefe del denominado centro coordinador de operaciones Suchiate será el comandante de la 36 zona militar, el cual contará con su respectivo Estado Mayor para atender asuntos migratorios en la frontera sur, sin soslayar sus funciones sustantivas, se indica en el documento de cuatro cuartillas.
El 11 de junio se determinó incluir en esta contención humanitaria toda la franja fronteriza del sur tanto de los 28 puntos formales (de revisión) como los informales, con la respectiva presencia y patrullaje dinámico de las instituciones involucradas en esta política pública.
El informe fue elaborado el 12 de junio durante la reunión interinstitucional Frontera Sur y comentado ayer ante el Presidente López Obrador previo a la conferencia de prensa matutina.
Los niños necesitan auxilio
El enviado del Instituto Nacional de Migración (INM) advirtió, según fuentes consultadas por La Jornada, que los albergues están rebasados y que era necesario dar atención especial a niños migrantes.
También por la mañana , antes de conocerse de la renuncia del comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Tonatiuh Guillén, se dijo a los gobernadores de los estados del sur, presentes en Palacio Nacional, que la coordinación operativa de la estrategia acordada con Washington estaría a cargo del canciller Marcelo Ebrard y de Francisco Garduño, quien horas más tarde fue anunciado como el sucesor de Guillén.
En tanto, los responsables del citado plan advierten que el incremento de la migración irregular está siendo utilizado por las redesdelictivas, sociales y medios de comunicación afines al tráfico irregular de personas, armas y estupefacientes, entre otros y por ello se requiere una estrategia frontal.
El documento tiene el aval del gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón; el magistrado presidente del Supremo Tribunal del Estado, Juan Óscar Trinidad; el general Ernesto Antonio Bernal Reyes, comandante de la séptima región militar, y Manuel Santibáñez Pérez, representante de la 14 zona naval militar.
Los autores destacan que cualquier acción debe realizarse en apoyo al INM sin sustituir funciones, con apego a los derechos humanos y evitando la confrontación. La Jornada