McAllen, Texas–Decenas de manifestantes trataron infructuosamente de impedir el traslado de un autobús con inmigrantes menores de edad que habían sido arrebatados a sus padres como parte de la poítica de tolerancia cero que sigue pasando una costosa factura a la administración de Donald Trump.
“No son animales. Basta de injusticia. Son niños que necesitan de sus padres”, gritaban a voces el colectivo de manifestantes que luchó a brazo partido por interponerse en la salida del centro de internamiento de McAllen, Texas, al autobús que partió con destino desconocido.
En el curso de las últimas semanas, el gobierno de Donald Trump ha reconocido la separación de al menos 2,300 niños migrantes de sus padres. Esta cifra, sin embargo, se eleva a más de 4 mil según los registros de distintas organizaciones.
“Estos son pequeños que deberían estar con su familia”, aseguró entre lágrimas un manifestante durante una de las transmisiones en directo de la televisión local.
El incidente registrado hoy, se ha repetido en varias ocasiones en distintos puntos del país, en medio del traslado disimulado de cientos de niños que han sido llevados en vuelos comerciales o en autobuses a distintos puntos del país.
El intento por trasladar al mayor número de niños, que son separados de sus padres, se ha enfrentado a la resistencia de un movimiento de bloqueos en distintos estados. Como en las sucursales de la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE), en Portland y Nueva York, donde se han registrado continuos bloqueos de autobuses que, al final, consiguen llegar a su destino desconocido.
El gobierno de Trump anunció en abril de entregar a todos los migrantes atrapados a la justicia penal. Los padres fueron encarcelados y los niños enviados a refugios contratados por las autoridades federales.
Ahora el gobierno dice que aplicará la misma política de juicios penales pero sin separar a las familias.
Funcionarios de inmigración han dicho que pedirán hasta 15.000 camas en los centros de detención de las familias, y el Pentágono proyecta alojar a unos 20.000 niños no acompañados en bases militares.
El intento de bloqueo contra el autobús que trasladó a decenas de niños desde la ciudad de McAllen, coincidió hoy con una serie de protestas y marchas en contra de la separación de familias en distintos puntos d ella frontera entre México y EU.
Las protestas se realizaron a pesar de que el pasado mirécoles, el presidente Donald Trump emitiera una orden ejecutiva para poner fin a la separación de los niños de sus padres, aunque no a su detención o procesamiento.
La Jornada