Por Sergio Grosjean
Muchos aplauden que nuestra Mérida crezca de manera vertiginosa porque ya se crearon más plazas comerciales, restaurantes, tiendas y gran variedad de distracciones y pasamos de 250,000 habitantes a 1,500,000 en solo 50 años.
Otros, como en mi caso, extrañamos la Mérida que se nos fue, donde todos nos conocíamos, donde los embotellamientos no superaban los 10 autos, donde los vecinos salian a la escarpa a tomar el fresco y a conversar incluso con quien pasaba; la Mérida donde ibamos al cine y saludábamos a tantos conocidos siendo que incluso era motivo de estrenar un nuevo atuendo así como la Mérida en la que los citadinos podíamos adquirir un terreno o casa para obsequiarle a nuestros hijos, siendo que hoy para nosotros es casi imposible por los excesivos precios.
Cada quien tiene su particular punto de vista y muy respetaable, sin embargo, creo que todos debemos coincidir en el que las leyes se crearon para respetarlas, pero todo parece indicar que en el caso de nuestra Mérida se podría aplicar la frase de Balzac «Las leyes son como las telas de araña, a través de las cuales pasan libremente las moscas grandes y quedan enredadas las pequeñas».
Si alguien duda de ello, le preguntaría como es posible que construyan tantos edificios sin dejar el área verde qué marca la ley, y si nos ponemos a observar lo que los anteriores ayuntamientos autorizaron se sorprenderán.
Que alguien me señale donde está el área verde que marca el Programa de Desarrollo Urbano de este edificio ubicado en la avenida Libano (pues esas enredaderas solo son maquillaje para este edificio de tantos pisos) y me explique como le otorgaron el permiso que además le quita el viento a los vecinos y le roba la vista a esos mágicos atardeceres.
Es por citar uno de los cientos que se otorgaron para construcciones más que cuestionables que han causado que en Mérida se pierda nuestra calidad de vida y convertida en una isla de calor.
La pregunta es ¿cual es el móvil para otorgar permisos a los grandotes que atropellan a diestra y siniestra las leyes y a los pequeños les exigen hasta un punto y coma?
Finalmente, agradezco infinitamente a los amigos que el 31 de diciembre me llamaron y me mandaron mensajes (de varios continentes) con respecto a mi publicación que cuestionaba a los gobiernos anteriores por lo que me percaté que me hackearon mi página por unos minutos. Muchas gracias.