viernes, julio 26, 2024

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Asesinato de dos sacerdotes jesuitas conmociona al país; la Compañía de Jesús y CEM exigen justicia

Los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora fueron asesinados este lunes 20 de junio en la comunidad de Urique, ubicada en la sierra de Chihuahua, durante un ataque de grupos armados en el cual resultaron ser “víctimas circunstanciales” según dijo el gobierno de Chihuahua.

El doble crimen fue denunciado y deplorado por la comunidad jesuita en México y en Estados Unidos, la Conferencia del Episcopado Mexicano y el Senado de la República.

“En medio de tanta muerte y crimen que se vive en el país, condenamos públicamente esta tragedia y exigimos una pronta investigación y seguridad para la comunidad y todos los sacerdotes del país”, dijo la Conferencia del Episcopado Mexicano, en comunicado de prensa.

Previamente, la Compañía de Jesús también había emitido un duro comunicado, condenando los hechos y afirmando que esta tragedia es parte de la violencia generalizada que azota al país.

De acuerdo con información del gobierno de Chihuahua, sujetos armados perseguían a un individuo que se refugió en el templo de Urique. Los dos sacerdotes ultimados intentaron frenar el ataque y resultaron asesinados. Posteriormente, sus cuerpos fueron robados.

De los hechos fue testigo un tercer sacerdote, que pidió a los atacantes no llevarse los cuerpos de los religiosos, sin lograr convencerlos.

En comunicado de prensa, la Compañía de Jesús en México denunció los hechos, los condenó y exigió justicia y “la recuperación de los cuerpos de nuestros hermanos, que fueron sustraídos del templo por personas armadas”.

“También demandamos que de forma inmediata se adopten todas las medidas de protección para salvaguardar la vida de nuestros hermanos jesuitas, religiosas, laicos y de toda la comunidad de Cerocahui”.

Afirmaron que “hechos como estos no son aislados. La sierra tarahumara, como muchas otras regiones del país, enfrenta condiciones de violencia y olvido que no han sido revertidas. Todos los días hombres y mujeres son privados arbitrariamente de la vida, como hoy fueron asesinados nuestros hermanos.

“Los jesuitas de México no callaremos ante la realidad que lacera a toda la sociedad. Seguiremos presentes y trabajando por la misión de justicia, reconciliación y paz, a través de nuestras obras pastorales, educativas y sociales.

“Al denunciar lo ocurrido hacemos notar también el dolor que vive nuestro pueblo por la violencia imperante y nos solidarizamos con tantas personas que padecen esta misma situación sin que su sufrimiento suscite empatía y atención pública.

“Confiamos en que los testimonios de vida cristiana de nuestros queridos Javier y Joaquín sigan inspirando a hombres y mujeres a entregarse en el servicio de los más desprotegidos”.

También la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, condenó los hechos violentos, y en comunicado de prensa, el gobierno estatal dijo que el asesinato de los religiosos fue precedido del secuestro de cuatro personas, además de que además de los dos sacerdotes, fue asesinado el guía de turistas Pedro Eliodoro.

“De acuerdo con las primeras entrevistas, (testigos) refieren que pasadas las 13:00 horas de este lunes, (tiempo local) fue privado de la libertad el guía de turistas, Pedro Eliodoro P. G. y llevado a un templo de la misma comunidad, en donde fue privado de la vida junto con los sacerdotes Javier C. y Joaquín M., cuyos cuerpos se llevaron”.

En respuesta a la tragedia, este 21 de junio el senador Ricardo Monreal, a nombre del Senado de la República condenó lo ocurrido y afirmó que hechos como estos, que continuamente cobran la vida de mexicanas y mexicanos, obligan al Senado a revisar la estrategia de seguridad que sostiene el gobierno federal.

Respecto a esta tragedia, López Obrador brindó una somera información, sin mencionar por su nombre a los sacerdotes ni tampoco deplorar o condenar los hechos.

Dijo que Urique es una zona “de bastante presencia de la delincuencia organizada. Parece que se tiene ya información sobre los posibles responsables de estos crímenes”.

“La información que tenemos hasta ahora hasta las 5 de la mañana es que entraron a la iglesia de Urique, persiguiendo a una persona, lo asesinaron, salieron los sacerdotes y al parecer ellos también fueron asesinados”, dijo el presidente, enfatizando el “al parecer”, a pesar de que se trataba de información confirmada.

Ambos sacerdotes tenían más de 50 años de vida religiosa.

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