La comunidad universitaria y la sociedad requieren establecer un diálogo permanente y atender lo que cada uno dice, pues esta es una forma de atraer conocimiento, que nos plantea dudas y nos brinda respuestas a diversas situaciones, sostuvo el ensayista y analista político Francisco Paoli Bolio.
En el marco de la celebración por el primer Centenario de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Paoli Bolio emitió un mensaje durante la Sesión Solemne del Consejo Universitario, donde destacó la necesidad de privilegiar un diálogo que permita poner a la educación y el conocimiento al centro del interés académico, cultural y social.
Así, recordó que “hay conocimientos que podemos adquirir en nuestro dialogo más o menos informal con otros semejantes; no hay que menospreciar a ninguno, no hay que decir: este es ignorante. Hay que oír a todos”.
Este tipo de inteligencia, prosiguió, está distribuida de manera dispersa; aunque se puede en algún momento organizar, se trata de un conocimiento que se adquiere de la relación de los universitarios que están en contacto con otras comunidades.
En el caso específico de las universidades, puntualizó, este conocimiento se da mediante la convivencia informal entre profesores, investigadores, estudiantes y trabajadores de la comunidad universitaria, quienes interactúan con otros sectores que tienen experiencias, opiniones, costumbres, formas de vida y leyendas distintas.
“Se trata de una experiencia que se introduce en la conciencia de las personas, es algo distinto que nos llega mediante esta intercomunicación y nos deja alguna comprensión adicional de los motivos, opiniones y familias, todo ello, distinta a la nuestra”, expuso.
En presencia del rector José de Jesús Williams, integrantes del Consejo e invitados especiales, Paoli Bolio hizo un recuento de la historia de esta casa de estudios, nacida en 1922 con el nombre de Universidad Nacional del Sureste, luego nombrada Universidad de Yucatán y, finalmente, Universidad Autónoma de Yucatán, como se le conoce en la actualidad.
Sin embargo, dijo, se debe recordar también a la Universidad de Mérida, establecida en 1624, institución con la que se inició el camino de la educación superior en la entidad.
Finalmente, el orador huésped felicitó a maestras, maestros, estudiantes y trabajadores administrativos y manuales, deseando un año en el que se pueda superar la pandemia por el covid-19 y sus diversas variantes.
Asimismo, invitó a la sociedad en general a cuidar cada vez más que se realicen actividades que no pongan en riesgo al hábitat, a fin de legar una vida digna y un progreso a las generaciones futuras, un progreso autentico.
“Hay que hacer un alto en el camino y ver en los riesgos que ha incurrido la Revolución Industrial llevando a causar daño a la atmosfera y a la tierra”, concluyó.