A decir de la secretaria de Salud de la Ciudad de México, Oliva López Arellano, aun cuando llegaran a presentarse contagios de Covid-19 en niños y jóvenes, una vez que se reanuden las clases presenciales a partir del 30 de agosto, las escuelas no serán cerradas, sino que hará un cerco sanitario y una “intervención selectiva” en los salones donde se detecten los casos.
Según la funcionaria, se actuará como se hace en otros espacios donde conviven varias personas al mismo tiempo como los albergues o asilos, donde delimitan las áreas específicas donde hayan estado las personas infectadas, reporta El Universal.
“No hay lógica de cerrar las escuelas; la lógica es trabajar como en albergues, asilos y todos los espacios donde hay personas que conviven estrechamente y se hace una intervención de las áreas afectadas, que puede ser uno o dos salones y así se estaría trabajando”, indicó.
Explicó que en cuanto surja un caso, se dará aviso inmediatamente para que una brigada sanitaria acuda a instrumentar el cerco sanitario y, de ser necesario, se canalizará a un centro de salud a las personas que tuvieron contacto cercano con el infectado, para la toma de pruebas.
López Arellano añadió que por el momento no está previsto practicar pruebas aleatorias a los alumnos, sin embargo, no se descarta la posibilidad de instrumentar la medida. No obstante, señaló que tanto los docentes como los estudiantes, tienen acceso a las pruebas que se practican en los kioscos.
Cabe recordar que el pasado 7 de junio, el Gobierno de la Ciudad de México autorizó el reinicio de las clases presenciales, pero en la mayoría de los planteles los padres de familia resolvieron no mandar a sus hijos. Asimismo, se registraron algunos casos de coronavirus en algunos de las escuelas donde sí hubo actividades, razón por la cual se decidió cerrarlas nuevamente y seguir con la modalidad virtual. Por aquellos días la CDMX retrocedió de semáforo verde a amarillo.