miércoles, octubre 23, 2024

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Militancia partidista, ¿por qué se reduce? II

El curioso caso panista

De 2016 a la fecha, la militancia de los partidos políticos ha pasado de poco más de 16 millones a 5.5 millones. Si bien las razones para explicar esta baja son múltiples, cada caso debe ser explicado por separado para entender una conclusión obvia, a los ciudadanos les importa votar, no militar en algún instituto político.

El caso de Acción Nacional es ilustrativo de una fuerza política que fue capaz de ganar la presidencia en dos ocasiones, pero que no ha logrado contar con un padrón que supere el millón y medio de militantes, a pesar de contar con una votación en las últimas elecciones federales que promedia el 20% de los sufragios.

El club azul

Fundado en 1939, el Partido Acción Nacional se propuso, de acuerdo a sus documentos fundacionales, ser una escuela de ciudadanía y representar una opción ética frente a las prácticas que se presentaban en el partido oficial.

A lo largo de las décadas, la militancia partidista se nutrió con las recomendaciones que sus miembros hacían, pues para poder ingresar al padrón uno de los requisitos, además de tomar un curso de inducción, era contar con el aval de un miembro activo, categoría que junto a la de miembros adherentes –o simpatizantes– integraba el padrón del blanquiazul.

A partir de la década de los años 80, dos eventos cambiaron el rumbo del partido y afectaron la militancia del azul: primero, la aceptación, durante la presidencia de Abel Vicencio Tovar, de las prerrogativas oficiales para financiar las actividades del partido, con lo que se creó una burocracia remunerada que –al menos en teoría– iba a profesionalizar las tareas partidistas; y segundo, la victoria en 1989 en la gubernatura en Baja California, algo que provocó –en palabras del primer gobernador panista, Ernesto Ruffo Appel– un fenómeno que no ha sido posible erradicar hasta la fecha: “el amor a la nómina”, no a los ideales azules.

GUADALUPE, ZACATECAS, 29DICIEMBRE2017.- FOTO: MISAEL VALTIERRA / CUARTOSCURO.COM

Así, con otras victorias en gubernaturas como Chihuahua, Jalisco y Guanajuato, la militancia panista comenzó a crecer hasta llegar a su máximo histórico luego de la victoria en las elecciones federales del año 2000: más de un millón de militantes.

Pero en lugar de aplicar el concepto de “escuela de ciudadanía” y formar a sus cuadros, el panismo entró en lo que internamente se conoce como “onda grupera” –la presencia de grupos que controlan presupuestos, afiliaciones y candidaturas–, que obligó al menos en lo que va del presente siglo a dos proceso de depuración, en una de las cuales, durante la presidencia de Gustavo Madero, se perdió el 30% de la militancia.

Es también con Madero que los estatutos panistas se modifican para que el presidente del partido sea electo directamente por los militantes, por lo que el padrón azul se convierte en algo estratégico para los grupos que lo controlan pues mediante éste se eligen candidatos y dirigentes partidistas a nivel nacional y estatal.

Adicionalmente, hubo un proceso de refrendo –es decir, la solicitud a los militantes para que confirmaran su deseo de seguir siendo parte del padrón–, que provocó más bajas, a lo que se ha sumado distintas denuncias de afiliaciones masivas que fueron confirmadas por auditorías que mostraron como en locales comerciales se ubicaba el domicilio de una decena de militantes, quienes no vivían ahí en realidad.

De tener más de un millón de militantes a inicio de la pasada década a los poco más de 250 mil que se tiene en la actualidad, el PAN ha mostrado que dejó de ser atractivo para ciudadanos que desean participar en política, aunque no para quienes buscan esta vía para ganar dinero.

Un padrón pequeño es más controlable para los grupos que controlan al partido, por lo que no es sorpresa que se mantenga en las cifras que hemos visto el presente año, tampoco que los militantes renuncien continuamente, por lo que se espera que la militancia panista se mantenga en estos niveles.

De los demás partidos platicamos en la siguiente entrega.

Armando Reyes Vigueras

armando.reyesvigueras@gmail.com

Periodista

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